domingo, 5 de agosto de 2012

Capitulo 1

   Era verano. Mis padres volvían a estar fuera de la ciudad. Estaba aburrida en casa, cuando de repente llamaron al timbre. Baje las escaleras hasta llegar al recibidor, abrí y:
-¡Hola! aquí esta la pizza que has pedido.- Me dijo un joven en voz alta. Su rostro estaba escondido bajo una visera, eso impedio que yo viera su cara.
-Gracias, quédate con el cambio.
Cerré la puerta y fui a la sala, me senté en el sofá y llame a mis padres. Les echaba de menos, hacia ya casi una semana que se fueron, por asuntos de trabajo. Mi padre era cheff y mi madre le ayudaba en todo lo que podía. Yo, con mis 16 años recién cumplidos encendí la tele. Seguía aburrida. Todas mis amigas se habían ido fuera de la ciudad, la verdad es que por aquí no hay mucho que ver. Vivía en Dantcy, una ciudad pequeña  a las afueras de Manhatan, y casi siempre llovía.
Decidí salir a la calle y dar un paseo, cogí un paraguas, por si acaso. Peine mi cabello ondulado, me puse mi pulsera, en la cual ponía mi nombre, Paula y salí a la calle.
Recorrí siete manzanas hasta llegar a la cafetería que solía ir con mis amigas. Entre y me senté en la barra.
-¿Te pongo lo de siempre?- me dijo un viejo amigo.
-Si, gracias Mike- respondí con cierto encanto.
Me bebí el café y me comí el donut. Ya había pasado casi una hora desde que salí de casa.
Al despedirme de Mike comenzó a llover "que raro" pensé con ironía. Abrí el paraguas y comencé a andar. Nada mas cruzar la calle vino una ráfaga de viento y tiro mi paraguas al suelo. Fui a cogerlo pero se fue volando hasta llegar a los pies de un chico.
El chico era joven, de unos 17 años. No muy alto, pelo castaño y muy atractivo. Sus ojos me ignotizaron al instante.
-¿Me podrías, por favor, pasar mi paraguas?
-Claro, toma- me lo dio y nuestras manos se tocaron. En ese instante el mundo se paro por unos segundos.
Estaba empapada, mis rizos desaparecieron y me quedo todo el pelo liso y húmedo.
-Ven aquí, estas chorreando- me dijo. Me cogió y me metió debajo de su paraguas.
-Eh, gracias- dije avergonzada.
Me acompaño hasta un portal donde pudimos hablar tranquilamente.
-Me llamo Paula...¿y tu?-
-Ryan, me llamo Ryan, jaja, ya se que te llamas Paula, te he llevado unas mil pizzas a tu casa.
-¿Eras tu? jaja, tu visera te tapaba y no podía verte.
Nos estuvimos riendo un rato hasta que me di cuenta de la hora, y me tuve que ir.
-Me tengo que ir, es tarde y...eso-
-Ah, vale, ¿te acompaño?-
No me dejo responderlo cuando ya me tenia debajo de su paraguas andando hacia mi casa.
-Ya te veré mas a menudo- Y sin cortarse ni un pelo me dio dos besos- Adiós.
No pude evitar ponerme roja.
-Adiós.
Cerré la puerta de casa y coloque mi mano en mi mejilla notando aun su beso. Ese chico, tenia algo que me gustaba.

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