lunes, 13 de agosto de 2012

Capitulo 5

Ryan se acerco a mi, se puso enfrente mio de cuclillas y  levanto mi cabeza con su mano.
-Paula, lo siento, no quería dejarte en ridículo y menos hacerte llorar, pero debes saber que tienes que prestar atención a mis clases o no tendré mas remedio que suspenderte.
-No lloro por eso Ryan. Lloro por todo lo que me pasa, ya han pasado tres años desde lo de Tim, y no lo supero. Y tu eres el único chico y la única persona que me ha hecho sonreír desde aquel accidente. Lo siento, no tengo ningún derecho a decirte esto.
-Pero Paula, yo quiero que tengas ese derecho- pasa su mano por mi casa, me quita las lagrimas con sus dedos y yo, sonrió por primera vez en días.
-Gracias, ¿haces esto con todas tus alumnas?
-Solo con las especiales- me da su mano para que me levante y entro en clase, me quito las ultimas lagrimas que me quedan y me siento.
Cuando acaba la clase me pongo mis cascos en esos 10 minutos libres que tenemos y cierro los ojos. La música es mi vida. Me encanta, cada canción es....inexplicable.
Acaban esos 10 minutos y vuelve otra profesora, esta vez la de mates, pelo blanco, arrugas, mucho genio. Pero esta vez las horas pasan volando y cuando quiero darme cuenta ya estoy saliendo del instituto camino a casa.
"Yo quiero que tengas ese derecho" ¿derecho a que? ¿A que le diga "Te quiero"? Por mucho que me gustaría, no debo.
Cuando estoy cruzando la calle, me encuentro a Ryan. Casualmente vive a dos manzanas de mi casa. Me saluda y me invita a entrar en su casa.
-¡Pasa!- me dice con una voz muy alegre.
-Y tengo que pasar...por que...¿traes a tu casa a todas tus alumnas?- digo con un tono gracioso.
-Como he dicho antes, solo a las que me parecen especiales.
-Ah- me rio.
-Quería volver a pedirte perdón, por lo de antes- extiende su mano invitándome a sentarme en el sofá, yo accedo.
-No importa, en serio, solo un mal día- digo bajando la vista. Entonces susurro- un mal día que se repite todos los días.
-No tienes que hacerla caso- me dice- envidia es lo que tiene- me dice acercándose a mi.
-¿De quien hablas?
-De Jasmin, de quien si no- se acerca mas y mas a mi. Yo intento separarme, pero el se vuelve a acercar.
-¡PARA POR FAVOR! Me pones nerviosa.
-¿Te pongo nerviosa?- se acerca a mi, yo le respondo con un "si" y cuando me quiero dar cuenta estoy situada en la esquina del sofá y si me muevo mas me caeré.
-Tu a mi también.- se acerca muchísimo mas a mi hasta quedar completamente pegados, nuestros dos cuerpos ahora forman uno, el se lanza para besarme pero yo le aparto y sin decir adiós salgo de su casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario